MUJERES EN EL SKATEBORDING
- disenodemedios2018
- 15 may 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 may 2018
El genero no es un limite.
Era la década de los sesenta, en una California enloquecida por el skateboard. Y fue el escenario de las primeras mujeres que practicaron este deporte.

Las mujeres han logrado espacios en todos los ámbitos, lo que incluye, por supuesto, los deportes extremos. En esta categoría hay uno que, desde hace mucho tiempo, ha capturado la atención de muchísimas personas, así como creado una horda de seguidores: el skateboard o patinaje (que, por cierto, será olímpico en 2020). Generalmente asociado al género masculino, este deporte cuenta con varias mujeres que lo han practicado y que, con ello, han hecho historia.

Esta joven californiana no fue la primera en despuntar en este deporte. De hecho, en esa época, muchas chicas patinaban en el mismo contexto en que los chicos lo hacían. Sin embargo, hubo quienes pusieron el reflector en las mujeres patinadoras: una de ellas fue Patti McGee, quien incluso acaparó la portada de la revista Life.
Aunque parezca increíble, esta chica solía patinar descalza.

Esta joven californiana no fue la primera en despuntar en este deporte. De hecho, en esa época, muchas chicas patinaban en el mismo contexto en que los chicos lo hacían. Sin embargo, hubo quienes pusieron el reflector en las mujeres patinadoras: una de ellas fue Patti McGee, quien incluso acaparó la portada de la revista Life.
Aunque parezca increíble, esta chica solía patinar descalza.
Sin embargo, si la década de los sesenta fue la época de McGee, en la década de los setenta quien reinó fue Ellen O’Neal, cuya historia de vida, de alguna forma, se traslapa con la de su predecesora: nació apenas un año antes que McGee y fue considerada la mejor patinadora nacional de Estados Unidos (1965).
La carrera de Ellen O’Neal fue exitosa desde el principio. Ejemplo de ello es que cuando solo tenía un año de ser patinadora profesional fue patrocinada por tres grandes marcas de este deporte: Gordon & Smith, Bennett Trucks y una de las más icónicas (aún hasta nuestros días): Vans.

Ellen era tan buena en el patinaje, y lo practicaba con verdadera pasión, que impuso su propio sello a muchos de los trucos y piruetas de este deporte. También obtuvo premios profesionales por su excelente desempeño (¡imagínate lo feliz que debe ser al saber que, en un par de años, el skate será deporte olímpico!). Incluso formó parte del equipo nacional de patinaje.
Algo que no puede separarse de la historia de esta californiana es que sus habilidades la llevaron al cine: Sí, en 1978 participó en la película Skateboard, del director George Gage. La trama de la cinta era acerca de un hombre de negocios en bancarrota, que conforma un equipo de patinadores para ganar un premio. En este filme, Ellen interpreta el papel de Jenny Bradshaw, además de que realiza algunos de sus icónicos trucos.
Pero Ellen no solo llegó a la pantalla grande. También participó en un episodio de la exitosa serie Wonder Woman. Su papel consistió en ser la doble de la heroína, en una escena de persecución sobre una patineta.
En 2014, Ellen entró al Museo de la Fama del Skateboard, como un justo reconocimiento a su trayectoria, pues se considera que añadió su toque personal, así como “gracia, estilo y composición” al deporte. También protagonizó varias portadas de revistas y sus fotografías son icónicas de la cultura skateboard. No en vano esta habilidosa californiana de cabello dorado es considerada “La madrina del patinaje.”

Las décadas de los sesenta, setenta y ochenta fue un periodo en que las mujeres jóvenes tuvieron múltiples oportunidades para hacer historia en el skateboarding, un deporte que estaba en su apogeo, que ubicó en la memoria colectiva a California como un sitio cool en el que todo estaba pasando y que fue el escenario en que se establecieron todos los símbolos de la cultura skate, así como el look que se asoció con este deporte.
Cada mujer que se sumó a este tendencia agregó lo suyo: Kim Cepedes se convirtió en un símbolo de la persistencia deportiva, Ellen Berryman agregó trucos gimnásticos a sus piruetas, Laura Thornhill puso su granito de arena para visibilizar la participación femenina en el skateboard, y Peggy Oki rompió con el enfoque gracioso que muchas chicas skate aportaban al deporte, y lo sustituyó por energía pura y pasión por el riesgo.
Creo que es parte de la personalidad femenina incursionar en un deporte dominado por los hombres y una opción verdaderamente personal perseverar a través de las adversidades.

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